lunes, 19 de abril de 2010

Captando emociones en niños pequeños

Uno de los trabajos más retadores es fotografiar el cumpleaños de un niño o niña pequeño. Esto es así porque queremos fotos auténticas que muestren todas las emociones y particularidades de esos niños. En pocas palabras, queremos capturar la personalidad misma de estos chicuelos.

Claro, los niños son auténticos, expresivos y, gracias a que todo el mundo tiene una cámara hasta en el celular, están acostumbrados a que les tomen fotos. Esto facilita mucho las cosas. ¿Dónde está el reto? En que los niños se mueven rápido, tienen una inagotable fuente de energía y que tenemos que ponernos a su nivel – esto es, no tomar las fotos desde arriba, parado, sino agacharse y tomar las fotos desde la altura de los niños; lo cual es todo un dilema para las espaldas de personas de mi edad.

Estas fotografías las hice durante el cumpleaños de Virginia Morales. Virginia es una gran amiga de mi hijo Marco Andrés y, como tal, está acostumbrada a que yo le ande tomando fotos por doquier. Su cumpleaños fue celebrado en HappyLand de Jumbo Luperón, el cual ofrece una infinidad de oportunidades fotográficas.


La primera fotografía la hice mientras Virginia disfrutaba de los caballitos. En la misma podemos observar que Virginia es una niña cariñosa, tierna y amigable. Entiendo que le gustan los animales o, al menos, es sensible a ellos. Esta fotografía fue hecha con una exposición de f/2.8, 1/400 sec., ISO 500 y una distancia focal de 70 mm (105 mm en formato full frame). Usé, además, un poco de flash pero subexpuesto; sólo para hacer resaltar la fotografía un poco.


La segunda fotografía la hice mientras Raúl Augusto y Marco Andrés (¡juntos con Virginia son dinamita!) disfrutaban de una atracción bien movida, agitada y sorpresiva. Podemos ver que la personalidad de estos dos niños es muy distinta a la de Virginia (o al menos eso nos cuentan las fotografías). Estos dos niños están hechos para el peligro, la aventura y las emociones fuertes. Pareciera, además, que Marco Andrés es un poco más arriesgado y que se entrega a, y expresa plenamente, las sensaciones que está viviendo. No me extrañaría ver a este dúo saltando en paracaídas o haciendo sky surfing en un futuro no muy lejano. La exposición de esta fotografía fue de f/2.8, 1/250 sec., ISO 400 y una distancia focal de 32 mm (48 mm en formato full frame). Igual que en la anterior, utilice un poco de flash para resaltar la imagen.

En definitiva, es muy interesante trabajar con niños pequeños: siempre habrá sorpresas, no se cansarán nunca y las oportunidades para fotografías que muestren sus emociones y personalidades estarán en todo momento. ¡Tómese una bebida energizante y salga a crear fotografías!

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