Merlit y Sandy son dos personas divertidas. Ellos saben disfrutar la vida y se ríen de las ironías de la misma. Sus fotos, en muchas ocasiones, reflejan un histrionismo digno de artistas del mundo dramático. Esta capacidad que tienen, de reírse de la propia vida, creo que es un elemento fundamental en las personas que tienen suerte. Y es con esta suerte que pudimos lograr una de las fotos que más me gusta de la sesión pre-nupcial. Esta foto podría tener múltiples significados, pero estoy convencido de que a todo Dominicano ausente le removerá el alma (sé muy bien de esto ya que mi papá vive en los Estados Unidos desde hace más de 22 años). ¿No es así?
¿Qué es lo que más me gusta de esta fotografía? No sabría ni por dónde empezar. Pero les contaré cómo la hicimos. Estábamos en Adrián Tropical del Malecón haciendo la parte final de la sesión de fotos. Ya habíamos "asaltado por sorpresa" las mesas exteriores, el segundo piso (¿o será el tercero?), las escaleras y, ¡oh sorpresa!, nos encontramos de nuevo en el primer piso y Merlit, chica despierta y sagaz como toda Villa Altagracense, descubrió una güira y una tambora. Les había comentado que estos chicos reciden en USA desde hace unos años ¿verdad? Pues listo, ¡a tocar merengue! Se sentaron bajo la escalera, con todo y traje de novia y novio, y empezó el concierto... me agacho lo suficiente para descubrir esta bandera tricolor a mi izquierda. ¿La conocen? Me muevo un poco para mejorar la composición y captar nuestro escudo y... ¡click! Mi Nikon D80
De verdad que me sobrecoge esta experiencia de poder hacer una fotografía que trascienda más allá de los mismos novios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario